sábado, 26 de noviembre de 2011

Golden Temple


No se cómo voy a escribir este post. El Golden Temple en Amritsar es hermoso, pero lo que sentí en ese espacio, no me veo capaz de contarlo con palabras.

Otras veces he escrito sobre mi tendencia natural a ser racional y creerme las cosas que experimento. No soporto a los charlatanes que inventan cuentos con palabras bonitas para sacar los cuartos a gente que busca llenar vacíos. No quiere decir esto, que no tenga un sentido de lo espiritual, sí, lo tengo, pero es el resultado de una búsqueda personal y no de una asimilación sin cuestionamientos de una religión o ideas.

Este rollo que acabo de soltar, creo que es necesario antes de escribir sobre el Templo Dorado.
Desde un punto de vista formal es majestuoso. Es el templo más sagrado del sijismo y atrae a millones de peregrinos de todo el mundo. Cubierto de placas doradas, refulge en medio de un estanque sagrado Amrit Sarovar (el templo del néctar). Alrededor del estanque, los edificios blancos hacen de marco para el templo. Cuando entras y lo ves, su belleza te paraliza.
Lo potente de este sitio, no es lo que ves, si no lo que sientes. Esto me cuesta escribirlo, pero es tal cual lo sentí; la carga de energía de este lugar la noté en cada una de mis células. Hemos pasado dos días y medio en Amritsar y la mayor parte del tiempo he estado en este sitio, paseando alrededor del estanque, meditando sentada en sus orillas de mármol o dentro del templo. He pasado muchas horas alli y ha sido intenso. Los sacerdotes entonan sin interrupción un cántico en gurmukhi del libro sagrado sij, el Guru Granth Sahib, desde el interior del templo. Unos altavoces lo difunden por todo el recinto. El rezo continuo te va meciendo mientras paseas o meditas. Dentro he vivido muchos momentos para recordar, algunos de ellos: • El libro sagrado sij, está dentro del templo bajo múltiples lienzos, cada día hay una ceremonia al amanecer y por la noche en la que el libro, con gran boato, se traslada desde el Templo Dorado en el estanque, a través de la pasarela hasta el Akal Takkat, edificio frente al templo que alberga el Parlamento sij. Fui a ver la ceremonia y logré sentarme en una esquina del suelo junto a unas mujeres en la sala central donde está el libro, el edificio es pequeño y la gente va pasando en procesión, así que tuve suerte. Presencie todo el boato de la ceremonia y pude meditar durante algunos intensos momentos. Junto a mi, había una viejecita, muy viejecita, que me agarró la mano y no me soltó. Nos levantamos y acompañamos el traslado del libro (lo llevan en un palio, como un pequeño paso de Semana Santa), ella seguía agarrando fuertemente mi mano, hasta que no termino la ceremonia no nos soltamos. Nos dimos venga de besos y nos hicimos esta foto. Cuanta ternura en tan poco tiempo con alguien que no conoces.
• El templo tiene dos plantas y una azotea, desde la segunda planta, se abren ventanas al estanque, varias veces subí y me senté junto a esas ventanas durante largos ratos, sintiendo intensamente la magia del templo. En ese contexto yo era un elemento realmente extraño, en un país tan distinto, con gente alrededor tan distinta, en una ceremonia religiosa de una religión que no proceso… Pues bien, me sentí parte del lugar, nadie me miró extrañada de mi presencia, yo allí tenía para ellos el mismo derecho a participar en todo y a vivirlo igual. El sijismo, tiene un carácter integrador y su lugar mas sagrado abre las puertas a todo el mundo, sin diferencia de clases, religiones ni sexo. • Todo en el recinto funciona como un reloj y casi siempre en cadena, cada persona es una pieza que encaja con la siguiente. Montones de voluntarios limpian cada rincón y organizan cada actividad, ya sea ofrecer agua, lavar cuencos, colocar alfombras… Una noche saliendo del templo, un grupo de gente doblaba paños naranjas, un hombre me miró y me invitó a sentarme con ellos y participar. Paciente me mostró como se hacía y me dio una pila de telas. Cuanto disfruté sintiéndome una pieza mas de todo aquello. Bañarse es una ceremonia de purificación que algunos sijs hacen en el estanque. Las mujeres pueden hacerlo en un recinto en el mismo estanque pero dentro de una estancia. Estar allí estaba siendo especial para mi y participar también en ese ritual, me parecía algo bonito. Así que entré, me quité la ropa y me sumergí con gran respeto en el estanque sagrado. Meditar es rezar, conectar contigo y sentir que eres parte de todo y que todo es parte de ti, sentir tu Ser. Difícil también de explicar. En el Golden Temple he tenido presente a toda la gente que quiero, he proyectado mi energía y mi amor a todos ellos: mi familia, mi compañero y mi amor, mis amigos que son mi tesoro, mis excompañeros de trabajo que son mis amigos, mis compañeros kundalini, mis amigos de viaje y aventuras… he repasado mentalmente uno por uno y me ha dado vértigo pensar la cantidad de gente maravillosa que tengo en mi vida.
He tenido especialmente en mi corazón a Ana y Jose Miguel y el recuerdo de Marcos, y a Eva y Jose y la lucha triunfante de SuperGuzmán. En la India, en Madrid o en Kyoto, cada día me recordáis que la vida es maravillosa.

4 comentarios:

  1. ¡ Wahe Gurú!

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  2. me hubiera gustado estar allí, debe ser muy fuerte la sensación de "comunión"

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  3. ¡¡Que mujer más grade eres!!! Te siento en conexión y armonía con el universo. Un tierno abrazo.
    Begoña Gil

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  4. Muy bello! Gracias por compartir tus experiencias. Saludos de Violeta. Namasté.

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