miércoles, 24 de agosto de 2011

Día 11-14: Meditando a los pies de la montaña

He pasado los últimos días en un monasterio en el bosque, va a ser complicado describir lo que he vivido aquí, pero lo voy a intentar.
Ayer, en la librería de la calle principal de Pai, encontré un folleto de Tam Wua Monastery, en las montañas del Himalaya. Cuando empecé el viaje sabía que quería pasar algunos días practicando meditación en un monasterio y este parecía el lugar perfecto: no había un tiempo mínimo de estancia (en la mayoría la estancia mínima es de 10 días), la participación en los actos es libre y no hay un precio por estar allí, sí quieres das una donación por lo quieras o puedas pagar.
En la estación de autobuses me dijeron que el bus que iba a Mae Hong Song, paraba en la carretera para llegar al monasterio, 65 kilómetros de curvas sin saber cuánto tendría que caminar hasta llegar a Tam Wua. Las estrellas se alinearon y nada más bajar de la minivan, un amable tai se ofreció a acercarme al monasterio, él se dirigía hacia allí. Con la mochila al hombro, agradecí que me ahorrara el paseo.
Cuando llegué, en la puerta estaban dos monjes, uno de ellos, descubrí mas tarde que era el abad Ajhan. Me dijo con una radiante sonrisa y una mezcla de señas e inglés rudimentario que entrase. Este hombre tiene la sonrisa más luminosa que he visto y ríe con alegría después de cada frase. Mezcla tai con inglés y me encanta cuando dice wonderful y happy, palabras que repite muy a menudo. Su alegría es contagiosa.
El monasterio está situado entre dos enormes montañas de piedra caliza. El lugar está rodeado por el verde de los árboles y las plantas. Todo parece estar más vivo aquí, flores de color amarillo, rosa, rojo, libélulas azules que vuelan sobre estanques donde nadan carpas, pájaros de color verde lima que se escuchan todo el día. Sentí paz y tranquilidad desde el primer momento que entré. Por si alguien que lea el blog tiene curiosidad, dejo un link con info del sitio, algunas fotos y un vídeo. http://www.althaiman.ru/thai%20htm/Province/wattamwua.htm
Casi al momento una mujer me llevó hacia la que sería mi casa esos días. Una cabaña sencilla junto al río, como único mobiliario una esterilla y mantas en el suelo y una mosquitera.
Me cambié de ropa (aquí hay que ir vestido de blanco) y me dirigí a la zona del templo. Allí estaba el abad y me indicó que me sentara en unos cojines que había en el suelo frente a la imagen de un buda y junto a unas chicas chinas, también recién llegadas.
Al poco, llegaron otros cuatro monjes y se sentaron en el altar. Eran las 11h, y comenzó el ritual de “ofrecer la comida a los monjes” Vi como otros visitantes acercaban cacerolas y fuentes a los pies del altar y arrodillados y en fila, uno a uno iban ofreciendo la comida a los monjes que la iban pasando de uno a otro. Me indicaron por señas que me acercase y ofreciese yo también una de las fuentes de fruta. Observé como lo hacían los demás y repetí el ritual. Después de que todos los monjes se hubiesen servido, los chicos llevaron la comida a las mesas junto a la cocina y el abad nos habló un rato. Me presentó a los demás e hizo algún comentario sobre España y el fútbol, yo no daba crédito… comentó que podíamos estar todo el tiempo que quisiéramos “…una semana, un mes, un año, esta es vuestra casa Nos levantamos y fuimos a comer.
Alrededor de la una, sonó la campana que nos indicaba que había que ir hacia el lugar donde realizaríamos una de las cuatro meditaciones que se hacen en el día. Seguí a la gente y después de cruzar un puente vi un templo al aire libre con cojines en el suelo frente a imágenes de buda y fotos de monjes. Los monjes se sentaron junto a ellas y nosotros de frente en los cojines, los hombres delante y las mujeres detrás. Las mujeres no pueden tocar a los monjes ni estar solas en una estancia donde estén ellos, sin presencia de otros hombres, excepto esto, por lo demás el trato es el mismo. Comenzó la meditación que duró unas dos horas. Cada sesión tiene varias partes
• 30 minutos de meditación caminando, muy muy despacio, sintiendo como va apoyando cada parte del pie y como va respondiendo el resto del cuerpo. Respirando profundamente y concentrándose en la respiración, tratando de evitar pensar en nada. Caminamos por el bosque y fue realmente increíble
• 10 minutos de meditación de pie de vuelta al templo, relajando el cuerpo y cerrando los ojos
• 30 minutos de meditación sentados. Piernas cruzadas y espalda recta, concentrados en la respiración
• 30 minutos de meditación tumbados.
No todas las meditaciones eran como la que he contado, a las 8.30 y a las 13.00 eran así, pero la de las 18.00 comenzaba con una especie de canto-rezo. Nos entregaban un libro y recitábamos lo que allí aparecía transcrito del tai, una media hora. Curioso hablar en tai… sabe dios que es lo que estaría diciendo. Después de recitar, se apagan las luces y comienza una meditación de unos 40 minutos.
La postura de meditación sentados, es un poco complicada, no estoy acostumbrada a tener las piernas cruzadas durante tanto tiempo y a los veinte minutos comenzaban a dormirse. No siempre podía aguantar sin cambiar la postura. Acabé aguantando y tratando de no pensar en el hormigueo, pero luego comenzaban a doler las rodillas… otra prueba que tuve que superar ¡y lo conseguí!
Los ratos libres, los dedicaba a pasear, disfrutar del paisaje y conversar con mis compañeros. Tuvimos charlas de lo más interesante, había gente mas “espiritual” y otra muy racional y compartimos distintos puntos de vista.
El grupo que nos hemos juntado, unas doce personas es de lo más internacional: dos francesas (Corin y Melanie) un americano (David), dos japoneses, una chica de Singapur, una pareja de alemana (Anita) y nepalí (Ganeysh)… He tenido suerte, somos muy pocos, según me han contado, en este sitio se han llegado a juntar más de 200 personas.
Los días se supone que empiezan a las 5h, cuando hay que levantarse y hacer meditación individual en la cabaña. Confieso que yo esta me la saltaba, me he despertado cada día sobre las 6 de la mañana, ¡qué ya es madrugar! Sobre las 8 de la tarde nos retirábamos a nuestro Kuti (así llaman a la cabaña), así que a las 9 o 10 como muy tarde ya estaba durmiendo. No estoy acostumbrada a dormir sobre el suelo y se hizo un poco duro al principio, cada dos o tres horas me despertaba. Al final, acabé acostumbrándome.
Respecto a las comidas, sólo se come dos veces al día, comida vegetariana y casi todo picante o muy picante. El desayuno a las 7.30 y el almuerzo a las 11.00 de la mañana. Después de esa hora no se puede comer hasta el día siguiente. Pensé que iba a ser mas duro, pero no pasé nada de hambre. Puedes tomarte durante esas horas, un chocolate, leche, té… Tuvimos una enorme suerte con la cocinera, un auténtico lujo, todo muy rico. Importante saber que cuando decía que algo no picaba, no había que fiarse del todo. La comida que te sirves, hay que comerla toda y cuando te has pasado con el picante, se hace un poco cuesta arriba.
Si a mi me cuentan que iba a participar en algo así y a vivirlo como lo viví, no lo hubiera creído ni por asomo. Supongo que el entorno ayudó, la experiencia fue alucinante. Los días que he estado en el monasterio, he tenido meditaciones intensas, (no es fácil conseguir que la mente se relaje y mirar hacia dentro) y otras ha sido más difícil. La mayoría de ellas han sido muy buenas y realmente esperaba el sonido de la campana para empezar cada sesión. Me he acordado mucho de Lakhmi Chand, mi profesor de kundalini yoga, muchas de las cosas que nos cuenta en clase han sido de gran ayuda para entender esto y disfrutarlo.
Mi postura frente a “las energías, los chakras, el universo….” es de escepticismo, creo que hay mucho cuento que muchos han querido crear alrededor de esto para hacer negocio, ahora bien, también creo que desde el respeto, conocer otros puntos de vista y participar en estos actos es muy sano. Puedo decir que he aprendido muchas cosas sobre mi y sobre lo que me rodea y he sentido otras muchas. Dios, Buda, el Universo, la Energía… creo que todo es lo mismo: amor, respeto, valorar lo que es importante, tratar de ser feliz y hacer felices a los que te rodean, darse cuenta que estamos de paso y no vivir como si fuéramos eternos, quererse mucho a uno mismo para poder querer a los demás… parece muy sencillo, pero lo olvidamos y merece la pena, pararse, pensarlo y no olvidarlo.
Llegó el momento de irse, lo cierto es que me hubiese quedado mas tiempo, pero mi nuevo destino es Laos y estoy ansiosa por conocerlo. Ahora el misterio era saber como regresar a Pai, pregunté a mis compañeros y me dijeron que en la carretera paraba el bus sobre las 9.30. La despedida fue triste, realmente he encontrado gente estupenda aquí, unos abrazos, intercambio de emails y a recoger mis cosas del kuti. Mochila al hombro me dirigí a la salida, tuve la suerte de encontrarme con el Abad Ajhan, y me pude despedir también de él y agradecerle su hospitalidad. Me regaló un collar con un Happy Buda muy simpático, lo guardaré con mucho cariño.
De vuelta a Pai y de nuevo a mi cabaña, paseo, comida, Chai tea… y por la noche ¡volví a encontrarme con Anita y Ganeysh, esta pareja es encantadora, que alegría volver a verlos.
Tengo ya mi billete de bus para ir mañana hasta la frontera, desde allí cruzaré a Laos y después de un par de días en el Slow boat llegaré a Luang Prabang. Mañana, un nuevo día y un nuevo país por descubrir.Estaré varios días sin Internet.
Ahora me voy a dormir, tengo un gecko en la habitación y no se si me va a dejar, llevamos un rato yo haciendo ruido donde le oigo para que se vaya y él jugando con mi psique y haciendome burla. Se lo está pasando pipa.

7 comentarios:

  1. mola mucho el blog Marta!
    besotes
    David

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  2. Qué lujo de sitio! Pero lo de no comer toda la tarde no me ha convencido. bs (el franchute)

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  3. Qué pedazo experiencia!!! Qué envidia sana y qué ganitas de que me lo cuentes en vivo y en directo!!!
    Un besazo amore, sigue contándonos todo así de bien.

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  4. Obviamente Grupo Moby soy yo, Hugo, que tenía abierta mi cuenta de blogger!!!

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  5. Namaste!!! Soy Eva, de RDT en Navidad. Justo iba buscando información sobre este tema y te encuentro a tí, con tu blog. Qué alegría me ha dado!!!
    Me encanta lo que cuentas y me animas a seguir adelante con la idea de iniciarme en meditación.
    Besotes y gracias por todo!!!

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    1. Eva, que alegría me das!!! tengo un par de post en el que hablo de la Fundación y de vosotros los voluntarios, salen algunas fotos tuyas, supongo que te gustará verte :-) ¿Has vuelto a España? ¿Sigues por allí? no se si leerás esta respuesta, confírmame si la lees. Que ilusión me ha hecho encontrarnos por aquí.

      Muchos besos

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