sábado, 21 de enero de 2012

Comprometidos, generosos, valientes: los voluntarios de la FVF


Voluntarios y visitantes en la FVF la cena de Nochebuena con Ana Ferrer


Los voluntarios que trabajan en ONGs son gente comprometida, agentes de cambio social. No aceptan la realidad como se presenta, creen que otro mundo es posible y trabajan por ello tomando partido por los oprimidos. Lo hacen desinteresadamente, sin recibir remuneración por ello, su acción es una decisión que proviene de su conciencia, no es caridad, no es beneficencia, es trabajar por la justicia y la dignidad de los injustamente tratados.
Esta gente, son personas formadas, que entregan su tiempo y sus conocimientos a los demás. Son gente indignada, concienciada, que no se queda indiferente y actúa.

He tenido la inmensa suerte de conocer a un montón de ellos en la Fundación Vicente Ferrer y de nuevo me he sentido afortunada. 
Desde el primer día me hicieron sentir como una mas, me acogieron con cariño y me sentí como en casa.
Después de estar un par de días visitando y viendo proyectos, comencé a sentirme "incomoda". No quería seguir siendo un espectador de lo que allí se hacía, hubiera dado cualquier cosa por quedarme unos meses de voluntaria en la Fundación. Quien sabe, quizá algún día pueda conseguir venir.


El 99% de las personas que trabajan en Anantapur son naturales del distrito: han sido formadas por la Fundación y trabajan en su tierra natal, uno de los objetivos es crear empleo en la zona. Los voluntarios españoles desarrollan exclusivamente tareas que no pueden ser asumidas por personas autóctonas. 
Conocí a médicos, profesores, terapeutas ocupacionales, arquitectos, periodistas... que por unos meses dejaron sus vidas en España y se vinieron a regalar su tiempo y su trabajo a la India. Admirables.


El tiempo que puedes estar visitando los proyectos de la Fundación son tres días, pero era Navidad, no había mucha gente y yo no quería marcharme. Por tres veces cambie mi fecha de salida y pude quedarme una semana, que la verdad me supo a poco.


Pasé la Nochebuena con este grupo de gente maravillosa, que sabe como celebrar y cómo divertirse, lo pasamos realmente bien.


El día de Navidad iba a marcharme y desayunando Manuel, me dijo algo realmente hermoso que se me ha quedado grabado:
"Quédate con nosotros hoy, es Navidad, así podemos disfrutar de ti un poco mas"
Me dejó descolocada, ¡¡Pero si estar con ellos era mi regalo, pero si yo era la afortunada!!!.... así es esta gente, generosa y con corazón. Obviamente me quedé otro día mas.




Rocío, Manuel, Luis, Eva, Ana, María, Marta, Germán, Aida, Fredy, Eva, Miriam... y todos los demás. GRACIAS, muchas gracias por... existir y ser un ejemplo de vida. Os llevaré en mi corazón


Si conocer a los voluntarios fue genial, que contar de tener la oportunidad de conocer a Ana y Moncho Ferrer. Dicen que detrás de cada hombre excepcional hay una gran mujer, Ana, cuando oye esto siempree corrige y dice "detrás no, al lado" 
Y eso ha sido ella, una mujer valiente al lado de Vicente entregando su vida, su fuerza y su tremendo carisma por los mas pobres.
He leído un libro escrito por ella donde cuenta su vida y cómo construyó junto a Vicente y un puñado de ángeles este hermoso lugar "Un pacto de amor". Si tenéis oportunidad no dejéis de leerlo.


Moncho, el hijo de Ana y Vicente nos recibió en las oficinas. Siempre que viene gente, ellos les dedican unos minutos. Un lujo poder hablar con él, emocionante. Guardo en mi cabeza algunas de las cosas que nos dijo, ha heredado la sencillez, bondad e inteligencia de sus padres.


Grandes personas, grandes momentos...os dejo algunas fotos:




Con Moncho Ferrer

Germán y Eva, preparando la cena de Nochebuena


Decorando la cantina para la cena


Berenjenas rellenas, obra de Germán. Deliciosas.


Personal indio en las cocinas.


Una madrileña (de las pocas, casi todos los voluntarios eran catalanes) preparando humus


Eva y Luis. 




¡¡Preparando mojitos!!


Y con la verdura y el pollo de hacer un caldo: una crema


Manuel


La mesa de Nochebuena


El menú, un derroche de creatividad


Comida para un regimiento. Como en el resto de casa españolas, sobró para comer el día siguiente.


Luis con Ana.


Con Luis y Eva.

Germán dándolo todo en la fiesta postcena.


Una guitarra y ya tenemos la fiesta montada.




Esta cacerola dió mucho juego. Gran concierto.


Todos los años, Luis, que es traumatólogo, viene unos meses a trabajar en el hospital y un día cocina para todos espaguettis. Riiiiicos. 



Con Mikel, un farmacéutico vasco que trabaja en la farmacia del hospital.


Con Miriam y su chico, después de visitar el colegio de niñas con problemas de audición donde ella trabaja.


Fredy y Marta, dos payasos muy payasos en el festival de Navidad.






Ana Ferrer...



Luces de Navidad en el campus de la Fundación.

Público en un festival de danza tradicional al que fuimos, una da las voluntarias actuaba como bailarina.


El escenario. Cada vez subía mas gente. Después de estar escuchando tres horas de discursos en Telugu (idioma de esta zona) decidimos abandonar el barco sin ver las actuaciones. Two much.

Nos sentamos junto a los altavoces... ruido atronador que no era nada para los locales...


En el tuk- tuk de vuelta a casa.

GRACIAS POR DARME LA OPORTUNIDAD DE CONOCEROS ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!



3 comentarios:

  1. Ya me has hecho llorar otra vez... Buuu... Qué emocionante y qué suerte, para ti y también para ellos :) Qué ganas de verte por aquí!

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  2. Marta eres genial. Sigue viajando.....
    Luis L.

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  3. Qué ilusión me hizo ver la foto donde estamos los tres: tú, Luis y yo. Momentos bonitos de la vida. Ha sido una navidad diferente e inolvidable.
    Besotes.

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